DOC Nº 50-2004-JGFDEPF

ASUNTO: LA EXACCIÓN[1] DEL GOBIERNO ES UNA EVIDENCIA DE LA INJUSTICIA POLÍTICA, SOCIAL, ECONÓMICA Y CULTURAL AÚN PRESENTE EN NUESTRO PAÍS.


Señores Superintendencia Nacional de Administración Tributaria

JOSÉ GREGORIO FERNÁNDEZ DE PAREDES FERREYROS, identificado con D.N.I. 07697132, a Ud. respetuosamente dice:
 1.- “El ciudadano es un ser esencialmente político, por lo cual está en la obligación ineludible de conocer racionalmente todas las causas y los fundamentes de las leyes que lo rigen, de tal manera que su aceptación se constituirá en la fuerza de honor que le obligará al cumplimiento y la observancia de las mismas. Ignorar el texto y las razones del contenido de una ley es contribuir a que se instaure la injusticia política, social, económica y cultural de su país. La única forma de no ignorar los fundamentos de una ley es participando en el debate de la constitución de las mismas. Si el ciudadano desea que las leyes de su país sean justas, deberá conseguir el derecho soberano de ser quien en votación plebiscitaria apruebe o no la dación de una ley, correspondiendo a los poderes legislativos tan sólo la facultad de elaborar y proponer la aprobación de dicha ley”.  2.- Hasta el presente, por convencionalismos[2], hemos llamado democracia[3] a nuestros modelos de gobierno, en circunstancias de que en nuestro país, por ejemplo, el cobro de impuestos[4] es arbitrario[5], propio de las monarquías absolutistas, de las dictaduras –de izquierda o de derecha- de las suacracias[6], no de una democracia tal y como se entiende que debe ser. 3.- Cierto es que cada pueblo tiene el gobierno y gobernante que se merece[7]. Y que es culpable de ello por su propia ignorancia, pero ya es tiempo que nos cultivemos y aprendamos a vivir en democracia. 
 4.- Las cosas solo se aprenden haciéndolas. Por ello, tenemos que ejercitarnos en prácticas democráticas, si queremos aprender a vivir en democracia. Y es obvio concluir que la primera practica democrática que a todos nos interesa realizar es aquella en la QUE LOS CIUDADANOS TOMEMOS LA DECISIÓN DE QUÉ CONTRIBUCIONES[8] VAMOS A CONFIARLE AL ESTADO GOBIERNO.
 4.1.- Solo en las tiranías se conculcan los derechos al ser humano, al ciudadano, particularmente su derecho a la autodeterminación. Por lo que le solicitamos se dinamicen los procedimientos necesarios para que sean los ciudadanos quienes determinemos los tributos y montos que estamos dispuestos a confiar al erario nacional, teniéndose presente que el respeto del derecho de las mayorías no tiene porque conculcar el derecho de las minorías.
 5.- Ya lo dijo el prócer José Gregorio Paredes en su discurso ante la Sociedad Patriótica en junio de 1822[9]:
“Siendo la sociedad un fondo de utilidad y beneficencia para todos los miembros que la componen, el ejemplo de una compañía de comercio no deja de ser idóneo para dar una idea de ella. Y como en esta nadie puede aspirar a sacar lo que no ha puesto, la preferencia relativa de los accionistas nace de sus mayores imposiciones y el fin de todos y de cada es beneficiar su capital, esto es, alcanzar con el menor pósito los mayores rendimientos posibles. Así, en la sociedad, es forzoso que cada cual haga cierta cesión de su propiedad, libertad y demás derechos de hombre para que de la suma de las cesiones se constituya una fuerza pública que le asegure la guarda de los que se reservó de aquellos mismos derechos; que los goces y distinciones, siempre onerosos al resto, lleven una exacta proporción con los servicios que se rindan a la comunidad y que esta sea tan sobria en restringir los derechos naturales de los individuos, que no les queden a estos duda alguna de la necesidad de las restricciones. De este modo, el perezoso e indolente se atraerá la indignación como un usurpador del trabajo ajeno; el solicitante inoportuno de honores incurrirá en el desprecio como un frívolo; y el negociador de privilegios será tratado como un perturbador del orden. La patria fundada sobre esas bases será el ídolo del ciudadano, que reconocerá refluir infalible, aunque remotamente, sobre sí cuanto haga directamente por ella.  5.1.- Los aportes que los accionistas hacen a la constitución de su empresa son VOLUNTARIOS, en este mismo sentido las contribuciones a la gran empresa nacional –el Estado- deben ser consultadas y voluntarias, en razón de las posibilidades de los accionistas –ciudadanos-. El único factor común a todos los ciudadanos y que responde a sus reales posibilidades–a lo que cada quien es capaz de consumir- es el IGV. Impuesto que llega a todos por igual y que, en el tiempo, acaso sea el único impuesto interno para que no se siga explotando al Estado-Pueblo. 5.1.1.- Debe modificarse nuestro injusto y abusivo sistema tributario, pues, gravar con mayor carga impositiva a los profesionales independientes, a los empresarios que ya generan el empleo y el bienestar nacional, es un abuso, un robo, basado en un distorsionado principio de solidaridad y disfrazado de legalidad.[10]
5.2.- Lo racional es que LAS TASAS TRIBUTARIAS DEBEN REDUCIRSE EN PROPORCION CORRESPONDIENTE A LA ESCASES DE FUENTES DE RIQUEZA PRIVADA, cual es nuestra realidad actual[11]. El Estado-Pueblo no tiene porque mantener el sostenido incremento de una ineficiente burocracia[12] –que con o sin estabilidad laboral- no sirve para los deberes que la Nación le ha confiado al Estado-Gobierno.  
5.2.1.- Una vez más queda demostrado que es por culpa del Estado Gobierno que la iniciativa privada se ve perjudicada, disminuida su capacidad productiva, por la desmedida voracidad tributaria de un Estado Gobierno Absolutista, cuya exacción descapitaliza al empresario formal, ocasionando mayor desempleo, sub-empleo, deteriorándose, como en el presente, día a día, nuestra calidad de vida. En circunstancias en que es deber del Estado Gobierno garantizar los derechos ciudadanos, promover la creación de riqueza y el bienestar general de la nación que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y equilibrado. El Estado Gobierno, ¿cumple con estos deberes fundamentales?
 
6.- La contribución nacional es “un fondo de utilidad y beneficencia para todos los miembros que la componen” y del que “nadie puede aspirar a sacar lo que no ha puesto”,  no debe ser malversado para principalmente servir a la burocracia y al “perezoso e indolente (...) usurpador del trabajo ajeno”, sino para generar mayores oportunidades de riquezas para todos sus accionistas, los peruanos y otros contribuyentes.  
7.- Ante las desconcertantes realidades de la problemática de nuestros pueblos, surgen inevitablemente las más inquietantes y desconcertantes interrogaciones: ¿Los Estados gobiernan en realidad en bien del pueblo?... ¿Habrá posibilidad de que la libertad, el progreso y la paz puedan existir cuando los gobiernos en su voracidad tributaria, se constituyen inconscientemente en las fuerzas opresoras del pueblo?.. ¿Habrá creado el ser humano la institución Estado-Gobierno para oprimirse así mismo?    
 
7.1.- Les solicitamos, pues, propiciar los cambios que son indispensables para transformar nuestra sojuzgante realidad.
Lurín, 25 de agosto del 2004



[1] Cobro injusto y violento de impuestos
[2] DRAE.- Conjunto de opiniones o procedimientos basados en ideas falsas que, por comodidad o conveniencia social, se tienen como verdaderas.
[3] DRAE.- 1 Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno.
2 Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado. ¿?
[4] IR; ISC, IGV, Aranceles, Predial, Arbitrios, Canon, etc.
[5] DRAE.- de Arbitrariedad: Acto o proceder contrario a la justicia, la razón o las leyes, dictado solo por la voluntad o el capricho.
[6] De “sua” ladrón y “cracia”: dominio o poder[7] Todos sabemos que el político jamás alcanzará ni ejercerá el poder gubernamental sin la voluntad y la participación permanente y soberana de sus gobernados. En tanto que el demagogo siempre llegará a lograr el poder con engaños, emulaciones y una vez enquistado en el poder jamás dejará participar realmente a su pueblo, aun cuando predique supuestas participaciones
[8] Y en que montos
[9] 25 de mayo de 2004 / Participación Ciudadana - Boletín Nº 54 / Congreso de la República Acto o proceder contrario a la justicia, la razón o las leyes, dictado solo por la voluntad o el capricho.
[10] “Un pueblo progresista tiene necesidad de oportunidades laborales para desarrollar su economía, pero cuando inconsecuentemente se induce al pueblo a esperar que el Estado o los pudientes resuelvan sus necesidades vitales, se produce lo que en demagogias tiránicas, como las sucedidas en nuestra historia, nos condujo a la desocupación, al repudio de los deberes laborales y a la manía de vivir a costa de los demás. Perversamente se ha creado una fraudulenta necesidad que busca la sobreprotección de los gobiernos paternalistas y de la sociedad organizada.”[11] Sin embargo en el presente sucede todo lo contrario y la evidencia de los hechos no requiere demostración. Somos ignorantes, pero entendemos que los indicadores macro económicos son, fundamentalmente, reflejo de la realidad económica del Estado Gobierno pero no es necesariamente cierto que reflejen el bienestar de la economía interna y menos aún de la familiar. Según informes periodísticos para el presupuesto 2005 se proyecta incrementar los ingresos del Estado Gobierno en un 8,5 %, más del doble de lo que crecería –en el mejor de los casos- la economía interna, la economía familiar. ¿No es esto una arbitrariedad?.[12] “... una cosa es cierta, en pueblos como el nuestro, donde hay tanta carencia física, tanta carencia laboral, tanta recesión empresarial, tanta incertidumbre económica, es inevitable que la gran mayoría del pueblo viva a costa del Estado. Es inevitable que el patrón principal de todo este pueblo sea el Estado y que, lamentablemente, es también inevitable que el Estado en el afán de servir al pueblo cometa el error de inducir -al pueblo- a sólo vivir de la mendicidad, sin enseñarles a producir y sin enseñarles a superar sus propias carencias. Entonces hay que pensar en nuestros semejantes, hay que pensar en nuestros coterráneos, hay que pensar que el problema no se va a resolver por sólo quitarle el puesto de trabajo al que hoy está gozando de un sueldo y mañana cuando cambie el gobierno estará como aquellos otros que no tendrán en qué trabajar.”