DOC Nº-90-2004-JGFDEPF

Señores Superintendencia Nacional de Administración Tributaria
 Ref: DOC Nº 50-2004-JGFDEPF
DOC Nº-71-2004-JGFDEPF
  
JOSÉ GREGORIO FERNÁNDEZ DE PAREDES FERREYROS, identificado con D.N.I. 07697132, a Ud. respetuosamente dice:
Se esgrime la falacia de que es un principio de equidad que todos los que generan riqueza deben de pagar tributos.
¿Qué principio de equidad[1] existe en despojarle, una gran parte de su esfuerzo, al que ya genera nuevas oportunidades de riqueza y trabajo para más peruanos?
Sólo la arbitrariedad puede ser el sustento de la obstinación de castigar a aquel que honesta y rectamente genera riqueza y progreso para él, los suyos, sus trabajadores y la sociedad en su conjunto?
Estos esforzados ciudadanos, a través de sus empresas, día a día, generan el bienestar del país.
¿Qué servicios y/o beneficios especiales reciben del Estado Gobierno para que se les imponga mayores tributos? 
Los tributos no tienen sustento democrático. Hasta donde tenemos conciencia, en cumplimiento de los Principios Contractuales del Estado de Derecho, que sustentan la Democracia, en ningún momento los ciudadanos hemos sido consultados acerca del tipo y monto de los tributos que estamos dispuestos a aportar y mucho menos del destino que se le dará al erario nacional.
Simplemente, bajo el imperio de un Estado Gobierno amedrentador, somos tratados como pueblo conquistado a quienes abusivamente se les impone tributos sobre tributos y sanción sobre sanción.
¿Hasta cuando? ¿Será cierto que los seres humanos hemos creado a los Gobiernos para esclavizarnos a nosotros mismos?
El Gobierno celebra con bombos y platillos el crecimiento de la recaudación tributaria y la ciudadanía se lamenta el decrecimiento de los servicios públicos y de las oportunidades laborales
¿A quién beneficia el incremento de la recaudación tributaria?
En nuestra realidad, el bienestar de la economía del gobierno no necesariamente se sustenta en el bienestar de la economía del pueblo.
Se alega que los sistemas de: retención y detracción, sirven a la SUNAT para incrementar la base tributaria y para mejorar la recaudación.
Pero, por qué no se combate directamente el contrabando, a los comercios y empresas clandestinas –como las imprentas que no sólo elaboran los comprobantes falsos-, a los comerciantes minoristas que no entregan comprobante de pago alguno, quienes deben aprender a desagregar el IGV y depositarlo tal y como correspondería, pues, finalmente, quien paga el IGV es el consumidor final. Somos ignorantes en la materia, pero, entendemos que deben existir otras medidas inteligentes que no incurran en el facilismo de acogotar el empresario formal, a fin de que no se mal entienda aquella “bonificación por productividad” que se otorga al amparo del Convenio de Administración por Resultados para el Año Fiscal 2004, suscrito entre el MEF y la SUNAT. En respeto a la soberanía del Pueblo, el Gobierno, deben dejarse sin efecto las Retenciones del IGV y las Detracciones del IGV, hasta que estas sean consultadas a la ciudadanía[2]. Oportunidad en la que se debe tener presente que el respeto a la voluntad de las mayorías no tiene por qué conculcar el derecho justo de las minorías.
Fomento al Sector Pecuario
Así como el Gobierno fomenta las diversas actividades exportadoras a través de la legislación tributaria, al considerársele prioritaria por ser generadora de las divisas necesarias para el país; más aún lo debe hacer con la actividad pecuaria que es vital, pues, estimula el amor al terruño que es la base del sentimiento nacionalista, provee al pueblo de los lácteos y de las proteínas animales que son insustituibles para una dieta adecuada para el sano crecimiento y desarrollo de nuestros niños y jóvenes, y genera riqueza y trabajo en los pueblos más alejados.
El fortalecimiento y diversificación de la actividad pecuaria generará mayores oportunidades laborales, un incremento sano de los aportes al erario nacional y proveerá a la ciudadanía de un alimento indispensable a menor costo, por todo lo cual es tanto o más estratégica que la actividad exportadora.
Sería inteligente que asumamos el reto de ser un país que se autoabastezca de la imprescindible proteína animal.
Para ello es indispensable comenzar por estimular su formalización y la inversión en esta actividad, disminuyendo los montos de los tributos que gravan a la producción nacional, manteniendo el actual nivel para las carnes importadas y gravando a estas con una sobre-tasa arancelaria que impida la competencia desleal que pueda destruir a los nuestros, que aún no alcanzan los niveles necesarios para competir de igual a igual con productores internacionales cuyos países sí fomentan su productividad.
La globalización no tiene por qué significar destrucción de nuestras fuentes de riqueza ni detracción de oportunidades laborales para nuestros conciudadanos.
Señora Superintendente Nacional de Administración Tributaria, la sociedad demanda que antes de imponerse medidas tributarias, debe consultarse a los contribuyentes. Es evidente que imponer medidas tributarias que afecten el sano crecimiento de las actividades económicas le perjudica; por lo que le solicitamos respalde el esfuerzo que la iniciativa privada realiza, día a día, para sacarnos de la pobreza y el subdesarrollo.
Lurín, 23 de septiembre del 2004  


[1] DRAE: 1.- Igualdad de ánimo. 2.- Bondadosa templanza habitual. Propensión a dejarse guiar, o a fallar, por el sentimiento del deber o de la conciencia, más bien que por las prescripciones rigurosas de la justicia o por el texto terminante de la ley. 3.- Justicia natural, por oposición a la letra de la ley positiva. 4.- Moderación en el precio de las cosas, o en las condiciones de los contratos. 5.- Disposición del ánimo que mueve a dar a cada uno lo que merece.
[2] Deben desarrollarse los mecanismo de consulta a la población a f in de que todo ciudadano esté comprometido y conozca por qué y para qué aporta al erario nacional.