DOC Nº 158-2004-JGFDPF

Lurín, 20 de octubre del 2004


Señores Superintendencia Nacional de Administración Tributaria

Ref: Reunión con el Sr. Richard Llaque de la Gerencia de Cumplimiento Tributario

JOSÉ GREGORIO FERNÁNDEZ DE PAREDES FERREYROS, identificado con D.N.I. 07697132, a Ud. respetuosamente, dice:
 En razón a los documentos que a titulo personal he presentado sobre la iniquidad del sistema tributario que expolia la capacidad productiva y económica de los contribuyentes, el día lunes 18.OCT.04 ante una invitación del Sr. Richard Llaque, Gerencia de Cumplimiento Tributario, a las 17.30 horas, acudí puntualmente a la SUNAT. Estuvieron presentes otros cuatro ejecutivos.
 Escuche con mucha atención y aprendí acerca de la problemática de la SUNAT, en cuanto a sus dificultades para fiscalizar[1] un mayor numero de negocios e incrementar la base tributaria. Sobre los diversos problemas que los afecta, así como las razones por las cuales se aplican las modalidades de retención, detracción, ITF, etc., etc.
 Tome conocimiento que es también propósito de la administración tributaria reducir la competencia desleal que significa para el empresario formal, la existencia de los informales (empresas clandestinas, empresarios evasores, contrabando, falsificación, etc).
 También dialogamos sobre el tema de la ampliación de la base tributaria y comprendí que el democrático IGV podía ser un buen instrumento para este fin y que la administración estaba por pre-publicar nuevas normas sobre los comprobantes de pago a fin de lograr identificar a un mayor numero de evasores, tal y como lo estarían logrando con el ITF, la retención del 6% del IGV y aspiran hacerlo con la detracción del IGV.
 Me comentaron que las auditorias que realizan sus funcionarios, particularmente en aquellas empresas o rubros empresariales que solicitan devolución de impuestos, es porque mas de una vez han encontrado casos de uso irregular de este beneficio. En síntesis tuve la oportunidad de ilustrarme, de manera directa, acerca de la problemática de la recaudación tributaria y de los esfuerzos que realiza la administración.
 Agradecí su gentil invitación y me ofrecí a seguir ejerciendo mi derecho constitucional y deber cívico de opinar, proponer, en fin colaborar, en la medida de mis limitaciones, porque entiendo que el bien común es el deber común de todos y que quien no cumple con sus deberes no tiene derechos.
 He aprendido que el mayor bien común al que toda sociedad organizada puede aspirar son los servicios; y que por lo tanto, todo ciudadano que aspire a recibir un servicio del Estado, previamente debe cumplir con su deber de tributar y que si no lo hace no tiene derecho a recibir y menos exigir servicio alguno.
 En correspondencia con el párrafo anterior, comprendo que no es correcto y mucho menos justo que sólo unos pocos contribuyan para mantener a los demás, y que, por lo tanto, tampoco lo es, que se pretenda continuar imponiendo más tributos con el adoctrinador argumento de que los pudientes tienen la obligación de ser solidarios con los carenciados.
 Al respecto me permito citar algunos principios de equidad:
“La obligación fue concebida como un vinculo jurídico por el cual una persona está sujeta a otra a hacer o no hacer alguna cosa, en compensación a un bien o un servicio recibido”. “La obligación implica una relación moral y jurídica entre dos o más personas en virtud de la cual una de ellas tiene el derecho de exigir cierto hecho de la otra, en retribución y correspondencia del bien recibido”. “Sólo los benefactores del prójimo tienen la esperanza de la recompensa social pero, no es justo ni correcto la pretensión de involucrar en obligaciones al prójimo o a la sociedad, puesto que la obligación deviene exclusivamente de la compensación del dar para recibir o del recibir en retribución lo mismo que se da”. “En tanto el prójimo o la sociedad no hayan recibido ningún servicio ni bien de parte de los necesitados, entiéndase los recaudadores, éstos carecen de la esperanza de la recompensa y por lo tanto, no tienen el derecho a la retribución, por cuanto quienes no cumplen con sus deberes, no tienen derechos.”  Señora Superintendente, quiero expresarle a Ud. mi especial gratitud por las atenciones recibidas. Aprovecho la oportunidad para una vez más solicitarle, su decidido apoyo en favor de la iniciativa privada formal que es la verdadera generadora de los tributos que el Estado Gobierno necesita y de las oportunidades laborales que los peruanos requerimos para la realización de nuestras aspiraciones.
Lurín, 19 de octubre del 2004

[1] A pesar del notable incremento de auditorias, en comparación al año 2003.